sábado, 18 de agosto de 2007

3 X 2

Lo importante es avanzar... asumo.... es lo que toda persona de sano juicio diría en mi lugar... El problema es que no es fácil estar en mi lugar.... No es fácil, porque no tengo lugar... porque avanzo continuamente - no en forma muy veloz, pero sí continuamente - ...en un ir y venir... en un dos por tres... En rigor, en un tres por dos... En una secuencia de segundos que se hace eterna... Me adelanto tres pasos... y retrocedo dos... siempre progreso... Al final del día, el final siempre llega antes de que lo deseee... ¿eso es bueno, verdad?
Es triste, pero cierto: la retirada es siempre retirada, aunque, a final de cuentas, el promedio tienda a arrojar un saldo positivo... Ya quisiera yo no tener esta moral de hierro... esta sensibilidad aritmética... esta herradura colgando del cuello... este salvavidas de plomo... que se hunde conmigo antes siquiera de que aprenda a nadar. Pero las cosas son así y para un cobarde no hay nada más reprobable que la cobardía... El coraje supone demasiado coraje y, por lo mismo, no puede utilizarse en vano... Si he de quemar mis naves, no pido ganar la batalla... nada tendría menos sentido... pero, a lo menos, deseo encender un fuego de antología...
Y si bien aún puedo encenderme en llamas - la soledad es una solución altamente combustibe -, no parezco capaz de dar un calor superior al punto de ebullición... no me creo apto para consumir en la hoguera ni el más venial de mis pecados... no me creo capaz de entibiar un corazón... Presumo que soy como esas estufas electricas... límpidas, asépticas... de un calor artificial e inofensivo... ciertamente convenientes... pero, en ningún caso, indispensables... La intensidad es un bien para dementes y asesinos... La vida cabe en un chip de computadora.. en una sala de estar... en un simulacro de incendio... La ruta de escape es la ruta de la vida, aunque te gastes dos pasos de tres en descubrirla.

domingo, 5 de agosto de 2007

COWBOYS & ANGELS*

(Intoxicado de soledad... he optado por un tratamiento "de choque"... Y, enlodado en la miseria de mí mismo, decidí darme un baño de realidad... de aquellos que te lavan la cara, después de la tormenta, con algo más que agua de lluvia... y que te limpian los pulmones... y el alma... De aquellos que amplían unos kilómetros más el horizonte... acercan la cordillera... y aproximan, a un solo paso de distancia, la conjugación siempre imperfecta de los verbos en tiempo presente y futuro... Aquí va la mejor versión de mí mismo... la que es optimista de tanta realidad... la que está plena de gratitud).
Confieso que he tenido suerte... Y aún la tengo... He tenido la suerte de aprender las lecciones a tiempo, aún cuando sólo fuere cuando la vida se encargó de estrellarme la cabeza contra el pizarrón... He tenido la suerte de estar rodeado de amigos y enemigos a la altura del conflicto... De librar batallas que podía ganar y de sufrir derrotas de las que me podía sobreponer... De no admirar tanto a nadie como a mí mismo... y de amar siempre más a alguien más... De encontrar en el camino a personas que sacaron lo peor de mí sólo para darme cuenta que no era tan malo... y capaces de extraer lo mejor de mí para demostrarme que no era suficiente...
"Un hombre tiene que hacer lo que un hombre tiene que hacer" - bromeamos, medio en serio, con un amigo de aquellos - y no puedo evitar la imagen de una fogata nocturna... del abrazo secreto de los demasiado concientes de su debilidad como para revelarla... La imagen de la noche antes del enfrentamiento suicida... de la cacería imposible... del honor que se fragua en la templanza de los que no pueden perder nada más que su vida... como una hazaña anónima... como una venganza... como una película de vaqueros...
Asimismo, he derramado lágrimas sobre hombros antojadizos... de aquellos que el azar pone en tu camino por arte de magia... de aquellos que se cruzan por tu riel cuando creías que ya no podías soportar la carga... Lo reafirmo: he tenido suerte... He besado mejillas que se dejaron avergonzar por mí... y que, sonrojadas, no dudaron en poner la otra para un beso o una bofetada que, afortunadamente, jamás han dolido tanto... ni a quién recibe ni a quién da... He compartido carcajadas con quienes jamás pensé que podían alegrarme... con aquellos que ofrecieron sus bromas a riesgo de que no me riera.. con aquellos que supieron correr el más amenazante de los peligros... cruzar el más enorme de los abismos... el de la indiferencia... el de la tristeza ajena... un abismo del que se puede salir malherido... y que, una vez vencido, sólo puede traer bienestar al indiferente, al triste, al rescatado... He conocido la verguenza... propia y ajena... Y he conocido la generosidad... siempre tan ajena... que da verguenza propia.
Insisto... he tenido suerte... He gozado la fortuna de que tesoros escondidos me hallaran a mí y me trataran - aunque seguramente de pura condescendencia - como si el verdadero tesoro fuese yo... He tenido la ventaja de reconocerme aventajado... cuando otros, bien intencionados, han hecho lo imposible por permitir que los deje atrás... He tenido la bendición de ser bendecido... Y la infinita suerte de haber sido maldito sólo por mí... y por aquellos que me amaron.
Vaya este "post" para mis "ángeles de la guarda"... Para V.F., E.C., C.M., R.F., C.F., A.C., K.M., C.A., B.C., I.D., D.O., G.S., W.K., C.R., G.R., y otros a quienes ya les debo algo más... Vaya este "post" para mis compañeros de hazaña... para los lugartenientes de mi propio "El Alamo"... R.F., C.Z., J.F., C.R. A.B., A.F., R.A., etc...
Gracias a todos.
* Título extraído de la canción homónima de George Michael.